No sabía por qué los días lluviosos le gustaban tanto. Pero caminar entre un mar de paraguas de diferentes colores y notar como sus botines empezaban a empaparse, era una experiencia que la liberaba. No podía evitar sonreír e incluso cerrar el paraguas, hasta podía no llevarlo, y dejar que lluvia la empapara. Es esa sensación de poder hacer lo contrario a las normas, hacer algo diferente. Sentirse única en un mar de personas iguales con su paraguas, haciendo lo que se debe, guarecerse. Eso es libertad.
¿Por qué no podemos hacer siempre lo que queremos en el momento que nos dé la gana? Es injusto seguir siempre las normas, ¿por qué no hacemos como Claudia y quitamos los paraguas de nuestras vidas? ¿Por qué no dejar que la lluvia nos empape?
Algunas veces me gustaría hacer lo que hizo Claudia al salir de casa y ver esa hermosa lluvia de color Azul caer sobre el mar de paraguas, seguir caminando empapándose de agua y sin importarle los resfriados, la regañina de su madre por la ropa sucia y sobretodo sin echarle cuenta a las miradas de los aburridos que no son capaces de contradecir la ley natural o la ley positiva.
Claudia eres mi I D O L A.
simplemente perfecto :)
ResponderEliminargrácias, io tambien te sigo :P
soi nueva en esto..
aver si le piyo el truco
jaja
seguro que si! los dedos escriben solos cuando estas inspirada! ^^
ResponderEliminarLo que tiene eso de quitarse el paraguas es que a veces te llevas un buen resfriado. Pero oyes, igual no es tampoco un precio demasiado caro.
ResponderEliminarmiau
con
zapatos
rojos
no es un precio demasiado caro ;) es una de esas consecuencias que asumes cuando haces lo que quieres
ResponderEliminarTambién es la mía. La de veces que he pensado en cerrar el paraguas y disfrutar de la lluvia que tanto me gusta... pero por las regañinas no lo he hecho. Jeje.
ResponderEliminarClaudia es una chica especial :)
¡Un besazo!