Miradas.

Levanto la mirada del folio y ahí están tus ojos marrones, mirándome, observándome y los apartas, yo me sonrojo y miro a otro lado con una tímida sonrisa que no quiero que veas. Sigo escribiendo, tomando apuntes y ahora miro yo. Me llaman la atención tus ojos antes que nada, me dan curiosidad tus pestañas, tu pelo negro revuelto me hace gracia, pareces tan descuidado, pero esa pequeña trenza te hace algo diferente, no eres raro vistiendo, algo bohemio y desentendido, pero sé que te gusta ir a la moda, pero en tu estilo... eso me gusta de ti. Te muerdes el labio porque te has perdido alguna palabra, miras a tu compañero y volvemos a cruzarnos, pero ahora disimulo yo, miro al profesor, luego a mi amiga, luego al folio, a ti de reojo, me sigues mirando, yo me sonrío a mi misma y te miro, aguantamos la mirada y luego seguimos escribiendo. Termina la clase, cada uno por su lado, ni siquiera sé como es tu nombre y sospecho que tu también ignoras el mio, no hemos cruzado ni una palabra, sólo tímidas e inocentes miradas, pero me haces sentir agusto, aunque sea desde lejos.

Te odio.

Sí, a ti, te odio. No mires hacia atrás porque te hablo a ti. No busques más culpables. No intentes escaparte. Es a tí. A ese tío que no piensa con la cabeza. Qué pareces vivir la vida egoístamente sin mirar los restos que dejas a tu espalda. Que no piensas en el daño que puedes hacer con tus mentiras. Mira me da igual que fuera por mi bien. No me importan tus excusas. No quiero escucharte, bastante te escuché ya y mira como he terminado. Puede que sea yo la que exagere. Que no tengas tanta culpa. Pero no es un delito estar dolida. He llorado. Pataleado. He remontado. Vuelto a caer. Volver a sonreír fue un logro. Pero luego llegó la manera en la que me defraudaste. Llega el momento en que descubro tus mentiras. ¿Por qué es tan difícil ir con la verdad por bandera? Yo lo hago y me va muy bien. Mis sentimientos son reales. Mi entrega es real. Todo lo que dije también lo fue. La pregunta es muy simple. ¿Por qué?

Por qué. Por qué. Por qué.

De regreso con nuevos retales de papel para pegar en mi libreta verde..! =)

Hola,

No sé como empezar esta entrada de regreso a casa, simplemente me ha envargado una increíble necesidad de volver. Ha pasado más de un año que dejé de escribir en el blog y desde entonces han pasado muchas cosas que mis chicas de color verde están deseosas de transmitir, de desahogarse, de gritar a los cuatro vientos o incluso para pasar página.
Una escritora puede dejar de escribir por un periodo de tiempo, pero eso no significa que su vida no la siga viviendo como una novela, al menos es mi caso. La tinta me corre por las venas y mis manos se mueren por teclear miles de sentimientos y pensamientos, no hay mayor desahogo para un escritor que escribir y escribir, mi vida gira entorno a la literatura y a la palabra escrita, cuando descubres tu pasión no hay nada mejor que dedicarte a ella en cuerpo y alma hasta que duela, porque es mi manera de entender la vida, entregarte a ella con pasión y que sea ella la que te guíe a tu destino y este es mi destino, escribir. Durante muchos meses no he escrito y ya es hora de volver.
Mis chicas y yo os damos la bienvenida de nuevo a nuestro pequeño mundo. Gracias! =)