"Más vale morir por su odio, que prolongar la muerte sin tu amor." -Romeo y Julieta-

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Susurros con miedo a perderse en el viento...

"Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero y nunca me cansaría de decirte que te quiero"

Susurraba en su oído, mientras a él se le erizaba el vello de todo el cuerpo y sentía como algo grande se apoderaba de su corazón.

martes, 29 de diciembre de 2009

¿Qué te ocurre, Carol?...puedes contarmelo, soy tu amiga.

-¡Hola, Carol!-saluda alegre Fabi-¿Qué haces?
-Nada...estaba aquí pensando.
-¿Te importa si me siento contigo?-preguntó Fabi intentando acercarse un poco más a la dueña de ese hermoso cajón.
-Para nada, este mar se ve más bonito en compañía.
Fabi se recoge la falda y se sienta junto a Carolina la de los ojos tristes. Ésta mira al horizonte y no interrumpe sus pensamientos porque esté Fabi ahí. Su amiga intenta pensar temas de conversación mientras se mira las Converse de color rojo, al parecer intenta encontrar en ellas el tema esperado, pero las zapatillas le devuelven una mirada confusa y silenciosa. Luego mira a su amiga y observa como se pierde entre posibles sueños, secretos e historias pasadas.
-Me gustan tus zapatillas-dijo Carolina sin dejar de mirar el mar-Tienen personalidad.
-Gracias-murmuró Fabi-A mi me gusta este sitio...¿vienes a menudo?
-Si, cuando necesito pensar y olvidarme de mis cosas...es fácil olvidarte de todo cuando ves este mar. Me gusta el mar. Es calma y fuerza a la vez, es olor a sal y a arena en el mismo aire. Es contradictorio y con sentido.
-Eres tú.
Las dos callaron y miraron el horizonte. Al parecer Carolina tenía cosas que olvidar aquella tarde y Fabi estaba ahí para ayudarla a olvidar. Eso es la amistad o al menos la teoría. Que sea más fácil o más difícil es otra historia.
-¿Qué te ocurre, Carol?-preguntó Fabi sin mirarla-puedes contármelo...soy tu amiga.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Palabras de color Rojo Pasión


Lolita le quita la camiseta. Lo tumba. Se tumba encima. Se quita la camiseta. Lo mira llena de deseo. Él enmudece. Ella sonríe. Se acerca. Le besa. Lo mira. Remira. Sonríe gustosa por su buen gusto. El de ambos, claro. Él alucina por la belleza de Lolita. Tan sexy. Tan frágil. Tan llena de vida. De deseo. De hambre. Tan clara a la luz de sus besos. Tan rubia. Tan niña. Tan mujer. No sabe que hacer, por lo que calla. Mejor así. Solo silencio. Ella lo prefiere. Quiere que la dejen hacer sin prisas y con pasión. Que solo se oiga sus latidos. El sonido de sus besos. Sus respiraciones entrecortadas. Sus bocanas de aire cuando ya no pueden más. Que solo puedan sentir. Caricias. Susurros quemando la piel. Miradas que incendian corazones. Palabras que salen de los labios rojos de Lolita. Te deseo. Me gustas. ¿Te gusto? Me encantas. Entonces se hacen el amor mutuamente hasta que la pintura labial de Lolita desaparece.

Un beso cortado por la mitad...

No habíamos pasado una gran tarde, las ha habido mejores ¿verdad cariño? Ahora las echo de menos y me gustaría estar así otra vez. No sé como hemos acabado tan mal la "cita", los dos teníamos ganas de vernos ¿no? no sé nene, aquí está fallando algo y me da a mi que tenemos culpa los dos.

No me queda otra que suspirar y tu te das cuenta. Me miras y yo te miro. Esbozas una sonrisa, ¿ves? ahora vamos mejorando. Me encanta verte sonreir, pero nunca te lo he dicho y no sé por qué, porque tienes una sonrisa preciosa. Arrugas la nariz y achinas los ojos, si, esos hermosos ojos verdes que Dios te ha dado. Luego me sigues mirando confundido y yo evito tus ojos.

-¿Qué te pasa fea?-me preguntas con curiosidad e intentando romper el hielo.

-Nada...

¡Qué mentira más gorda! Me pasa que te quiero y que te necesito, que me encanta tenerte a mi lado, pero que nunca te lo digo por no quedar como una tonta, nunca te digo por ejemplo que me encanta cuando me coges de la mano y que me entra un hormigueo por ésta que me deja muda.

Si, ¡me dejas muda!

Me deja muda tu forma de hablarme cuando me enfado contigo, como me coges la cara para que te mire y me digas eso de: "no te piques, porfa". Me dejas muda cuando intento seguir enfadada y me das un beso en la mejilla para que te perdone, entonces caigo rendida ante ti y te doy un beso, pero esta vez en los labios.

Pero sigo enfadada contigo porque me has quitado la cara antes cuando te he querido besar, me has herido en ese orgullo que tengo detrás del amor que siento por tí. Ahora me arrepiento...

Porque estamos hablando a trozos por culpa de ese fingido enfado y el orgullo ese tonto. Pero tu también eres orgulloso y desistes, entonces yo me hablando y quiero besarte, comerte, amarte y decirte que te quiero, que no quiero estar mal contigo y que solo quiero disfrutarte cada minuto que pasa, pero ya es tarde...

Me acompañas a casa y yo estoy cabizbaja. Sigo aparentando enfado y dramatismo, aunque me muero por dentro.

-Laura, hace frío... me voy ya a casa-dices frotándote las manos.

-Vale, ten cuidado por el camino.

Entonces me coges de la mano y me llevas a ti, me sonries de nuevo y me das un beso. Te juro que me encanta la forma que tienes de abrazarme fuerte mientras me besas, como me aprietas a tu cuerpo y me amoldo a el como si fuera parte de mi misma. Es que me encantas.

Yo no me quiero separar, pero tienes que irte y me despido con un simple adiós. Qué tonta soy...

sábado, 26 de diciembre de 2009

Paula le sonreía mientras una tortuga chapoteaba

-¡Mira, mira!-gritó Paula señalando algo entre los matorrales-¡Ahí, ahí!

Él se acercó a donde estaba su niña y miró a donde le señalaba. Y si, había una tortuga pequeñita chapoteando en un charco de agua. Tenía todos los tonos de verde y parecía que chapoteaba queriendo para ver sonreír a Paula.

-Vaya...es muy bonita-dijo el muchacho y puso una mano en su hombro-Pero tú eres más bonita aún.

Paula sonrió con una de esas sonrisas que conseguirían que él muriera por ella, le gustaba que sonriera y a ella le gustaba sonreirle. Le gustaba cuando la miraba con ojos tiernos y dulces, le gustaba como le cogía de la mano con delicadeza y temeroso de que ella se soltase. Le gustaba como se sentía con él. Le gustaba él.

A él en cambio no le gustaba su sonrisa, su mirada, sus mofletes sonrosados, su voz cantarina o sus ojos grandes y expresivos, a él le encantaba. Y no le gustaba simplemente, la quería.

-¿Quieres qué nos acerquemos más?-preguntó Paula cogiéndole de la mano.

-Claro...iría a donde quieras.

-¿Seguro? ¿A donde sea?-preguntó apoyando su cabeza en el pecho enamorado del chico.

-Si, a donde sea-contestó el abrazándola. Que bien se sentía así.

Por supuesto que iría a donde sea por ella y con ella. Con tal de verla sonreír.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Y que Reciba su Permufe hasta traer la Primavera


Estaba sentada en la escalera de su casa. Se apoyaba en la pared y su mirada se perdía entre sus pensamientos. Su rostro reflejaba un toque de algo especial, difícil de explicar, de algo diferente. Se la veía aburrida y cansada, no había dormido pensando en él y llevaba así dos noches, pero es que no podía dejar de pensarle o soñarle, nunca había conocido a un chico así.


Suspiró enamorada varias veces y tarareaba alguna canción de esas de amor que tanto le gustaban. Empezó a jugar con el borde de la falda inconscientemente y siguió en sus pensamientos de amor por un rato más, hasta que el sonido del timbre la sacó de su maravilloso mundo y la devolvió a la realidad.

En realidad tardó mucho en abrir la puerta, pues estaba ofuscada por su despertar y quería seguir soñando, pero debía abrir y cuando abrió se dio cuenta de que seguía soñando en su mundo fantástico.

Ante ella un simple ramo de flores. Calas blancas con hermosos tallos gruesos de color verde hierba. Una simple nota. "Ojalá que su olor te traiga la primavera a este duro y frío invierno, te quiero". Y ella la mujer más feliz del mundo.

un Chocolate Caliente y Feliz Navidad.


Me fui a la cocina mientras las Chicas de Color Verde gritaban y se peleaban en el salón con el dichoso árbol. Aunque no niego que verlas discutir es entretenido, preferí prepararme un chocolate caliente.

-¡Cómo no me des la bola roja te apago el cigarro en el ojo!-dijo Lolita amenazante.

-No seas bestia...Paula solo está jugando-contestó la paciente Sofía y le dio una bola roja-Pon ésta.
Yo me limité a sonreir en plan madre mientras removía el chocolate. Cuando se hubo espesado, aspiré su aroma a cacao y a tardes familiares, los ojos se me empañaron de lágrimas a consecuencias de los recuerdos, negué con la cabeza. "Sólo es un día más" murmuré.

Salí de la cocina y me fui al salón. Allí estaban las chicas: Paula cantaba villancicos, Lolita fumaba mientras le guiñaba el ojo a un chico monisimo que estaba en la calle, Sofía repartía los adornos y evitaba que Paula subiera demasiado el tono de voz, Claudia modificaba los villancicos de Paula y cantaba otros mucho más divertidos, y claro está, más groseros, tanto, que hasta Lolita se reía. Fabi y Carolina hablaban mientras colgaban la estrella encima del árbol, Fabi intentaba animar a Carolina hablándole de las margaritas de color rojo pasión, consiguiendo que una tímida sonrisa asomara por la comisura de los labios de su amiga.

Navidad... un momento de unión y de perdón, ¿por qué será que en Navidad todos se vuelven un poco más solidarios? Ojalá fuera Navidad todo el año...aunque eso suponga recordar a los que no veremos más, aunque eso suponga echarles más de menos. Pero es más sencillo pensar que nos volveremos a ver... ¿verdad, papá?

No pienséis en eso ahora, pensar en la solidaridad de éstas fechas, pensar que es un día más y pensar que es la oportunidad para enmendar tus errores, hablar y perdonar. Intenta arreglar las cosas... en Navidad todos nos volvemos unos blandengues =D

Las chicas y yo os deseamos una Feliz Navidad ^^ y os damos las gracias por estar ahí leyéndonos.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Siempre dos pasos por delante...es más seguro

Sofía se sentía temerosa de volver a entregar su corazón, le habían hecho mucho daño y no quería que le pasara lo mismo. ¿Para qué quererle si luego todo acababa igual?

Se acercó a él y le puso las manos en el pecho, acarició el cuello de su camisa, aspiró su aroma a chico malo y le miró como nunca antes le había mirado.

-No sé por qué me atraes...-le dijo él acariciando su mejilla-eres tan distinta a mi... controladora, sensata, paciente... lo piensas todo dos veces y siempre haces lo correcto, aunque no siempre sea tu deseo.

-Ese es el guión de mi vida...-dijo con una sonrisa amarga e intentando contener las lágrimas-Si te digo la verdad... me gustas, me atraes y me gustaría...perderme en ti. Pero... sé que me harás daño.

-¿Por qué?

-Porque sé que me voy a enamorar de ti, sé que me voy a sentir mujer entre tus brazos y sé que me amarás también...pero también sé que somos diferentes y tu no me entenderás nunca.

-Eso no lo sabes.

-Si lo sé, porque no eres el primero que me hace esa pregunta-contestó hundiendo su cabeza en su pecho lleno de orgullo.

-Odio cuando vas siempre dos pasos adelantada al resto. ¡No puedes se así! Siempre controlando la situación, siempre pensándolo todo... Dando por hecho cosas que no sabes. Yo no lo ent...

-Ves...-dijo Sofía dejando caer las primeras lágrimas que avisaban de que otra vez le habían roto el corazón.

Pobre niña tonta...

martes, 22 de diciembre de 2009

Mañana con Lluvia de color Azul.

Claudia empezó a reír cuando vio la intensidad de la lluvia. Llevaba todo el día lloviendo de forma constante, las calles estaban mojadas y el aire tenía ese olor a tierra mojada, a hierba fresca, no le importó que su frialdad le golpeara en la cara o que su nariz se tornara de un color sonrosado y respiró profundamente llenándose los pulmones de miles de olores distintos. De libertad.

No sabía por qué los días lluviosos le gustaban tanto. Pero caminar entre un mar de paraguas de diferentes colores y notar como sus botines empezaban a empaparse, era una experiencia que la liberaba. No podía evitar sonreír e incluso cerrar el paraguas, hasta podía no llevarlo, y dejar que lluvia la empapara. Es esa sensación de poder hacer lo contrario a las normas, hacer algo diferente. Sentirse única en un mar de personas iguales con su paraguas, haciendo lo que se debe, guarecerse. Eso es libertad.

¿Por qué no podemos hacer siempre lo que queremos en el momento que nos dé la gana? Es injusto seguir siempre las normas, ¿por qué no hacemos como Claudia y quitamos los paraguas de nuestras vidas? ¿Por qué no dejar que la lluvia nos empape?

Algunas veces me gustaría hacer lo que hizo Claudia al salir de casa y ver esa hermosa lluvia de color Azul caer sobre el mar de paraguas, seguir caminando empapándose de agua y sin importarle los resfriados, la regañina de su madre por la ropa sucia y sobretodo sin echarle cuenta a las miradas de los aburridos que no son capaces de contradecir la ley natural o la ley positiva.

Claudia eres mi I D O L A.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Puedo Escribir los Versos Más Tristes Esta Noche

"Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

[...]

Aunque este sea el último dolor que ella me cause,
y estos sean los versos que yo le escribo."


Pablo Neruda.

Para el alma triste de Carolina.

Un Cigarro a medias y la Eternidad de la Cama de Lolita

-He venido a verte...te he echado de menos-dijo quitándose su abrigo.

Los primeros copos de nieve empezaron a caer, Lolita miró por la ventana y sonrió al ver el contraste de temperatura que hacía en la calle con su habitación. Ella solo llevaba un camisón ¿para qué más? no tenía frío... Estaba sentada de forma coqueta en el sillón, con los pies encima de la mesita y las piernas flexionadas, dejando que el camisón se le arrugara a la altura de la cadera, permitiendo que sus firmes muslos excitaran a su visitante. Un cigarro a medias sujetado por sus rojos labios, unos ojos azules llenos de lujuria y una melena rubia despeinada, eran los mejores detonadores para una eterna noche en la cama de Lolita.

-Hacía mucho tiempo que no te veía-dijo la muchacha, luego le dio una calada a su cigarro.

-Lo sé...-se quitó la corbata y se abrió la camisa dejando ver su escultural cuerpo bronceado-¿Me perdonas?

Muchas chicas pensaban que los actores y modelos de anuncios de colonia no existían, pero la Pequeña Lolita sabía perfectamente lo que era tener a uno de esos entre sus piernas. Sonrió excitada y se quitó el cigarro de la boca, se levantó y caminó hasta su visitante, le quitó la camisa y el cinturón, le daba igual ser brusca...era su juego favorito y ella ponía las normas. Desabrochó el pantalón mientras él se dejaba hacer. Sabía que Lolita nunca sería suya, que nunca sería sólo de él, pero no podía evitar amarla cuando la veía así de salvaje.

-Te eché de menos-susurró la Pequeña Lolita en los labios de su visitante, le rodeó el cuello con sus brazos y él la levantó para que ella le rodeara con sus piernas. Ella sintió el deseo de él y suspiró llena de pasión, le necesitaba como nunca-Te necesito ya...

La llevó a la cama y se sentó en el borde dejándo a Lolita sentada encima de él. Cogió el cigarro de la mano de la muchacha y le dio una calada, luego lo apagó en cenicero de la mesita de noche.

-Debes plantearte dejar de fumar-murmuró.

-Te prometo hablarlo después de fumarte a ti-sonrió pícara y le besó con pasión.

No le importó que su pintura labial le manchara un poco la comisura de los labios, a él tampoco le importó que ella dejara sus labios marcados por su cuello o por su oreja, ambos estaban en armonía y apunto de volverse uno solo.

Él se bajó los pantalones y se quitó sus bóxes, Lolita al no tener ropa interior notó lo más preciado de su amante en su zona más sensible, lo que hizo que gimiera de ansias por tenerlo dentro de una maldita vez. Vengavengavengavenga... gemía desesperada y excitada.

Al final consiguió su propósito y sintió como todo su cuerpo gritaba, como el cielo se abría ante sus ojos y como era posible amar durante una sola noche. Comprobó la rapidez que su cuerpo podía alcanzar con tal de sentir placer y se asombró al ver todo el calor que un hombre podía darle en una noche de nieve.

(PD: Espero que no se note demasiado que yo le pinté los labios a la chica de la foto ^^)

El Momento en que Fabi se quedó Cegada por su Luz

Los días no existen, ni las fechas importantes, San Valentín es un día más para amarse y las canciones de amor ya son una banda sonora, porque cuando encuentras la otra mitad de tu cuerpo y de tu alma, todo parece diferente.

Lo importante es indiferente, lo hermoso se vuelve feo comparado a la bellaza que vive ahora, las risas ahora son más divertidas, las peliculas de amor son más sensibles, pero ninguna refleja su historia y Fabi cree ser eterna, ¿por qué temer a la muerte si estás enamorada?

Cada beso, caricia y suspiro son una nueva inspiración para no dejar de amarle y cada recuerdo una nueva forma para quererle aún más.

Todo ese sintió en el Momento que Fabi se quedó Cegada por su Luz...y no se equivocó, porque los sueños a veces se hacen realidad, así que no te prives de la felicidad de soñar...


Golpéame como un rayo de sol,
Quémame através de mi oscura noche.
Tú eres el único a quien yo quiero,
Yo soy adicta a tu luz...

Halo-Beyoncé

¿Qué haces cuando el Maldito Yorksire de tu Madre rompe tu Inspiración?

Querer matarlo pero no puedes...


En la vida pocos objetos de inspiración he tenido, pero cuando te encuentras con uno de manera tan casual, que te inspira nada más verlo por primera vez y que es capaz de recordate que debes escribir cada vez que le hechas un vistazo... Debes quererlo a la fuerza.

Era la concha más extraña, amorfa y hermosa que había visto nunca. Tenía una concha más grande de base, era de color gris oscuro y su parte interior amarilla y azul (ya sabéis como se entremezclan los colores en una concha ¿no?). En la parte superior salían más conchas diminutas hacíendo una forma extraña, se superponían y hacían una composición preciosa. A lo mejor si hubiese tenido unos colores más bonitos hubiera llamado más la atención... pero así era perfecta para mí.

Cuando me la encontré en la Playa del Portil en Huelva, lo primero que se me vino a la cabeza fue todos los años qué tendría para haber conseguido esa forma tan extraña. Luego por los sitios que había estado y por último los secretos que escondía. Sé que es raro preguntarte esas cosas al encontrar una concha...pero dejémos a un lado mi parte filósofa y mi curiosidad innata.

Gracias a esas preguntas se me ocurrió una trama para una historia adolescente llena de secretos, locuras y amores/desamores. Pero eso es otra página, lo importante aquí es que echaré de menos a esa concha que fue capaz de inspirarme y de recordarme qe tenía que volver a escribir, después de un largo período sin tocar ninguna de las muchas libretas que tengo abiertas con mis historias.

Maldito perro y Maldita sea lo mucho que lo quiero...

Cerca del País de Nunca Jamás está la Nube de Paula

Paula no sabe que es la realidad, no sabe que vive en un mundo ambicioso e hipócrita, ella no sabe que las personas se mueven por interés o por deseo, ella es feliz en su nube.

Está cerca del País de Nunca Jamás, pero no tiene nada que envidiarle a ese estúpido de Peter Pan y sus Niños Perdidos, la nube de Paula es muy especial. A esa nube las malas noticias no llegan y la pérdida de seres queridos no duele, no se estrañan a los amores rechazos, ahí no existe la guerra y la violencia, ni las armas ni la corrupción, no hay lugar para la hipocresía, ni la mentira y la pobreza no es un tema tabú en la comida. En la nube de Paula es posible ser feliz con la inocencia de un niño.

Paula sabe que no es una niña y que algún día tiene que dejar su nube, pero ella se la quedará guardada en su corazón, porque nunca nunca se debe olvidar la inocencia que tienes al ser pequeño.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Razonamientos previos a una Historia de Amor

¿Qué hacer cuando piensas y no sientes? ¿Qué hacer cuando das más importancia a la mente y no al corazón?

Cuando Sofía tiene la oportunidad de enamorarse y de ser feliz, ella primero piensa y luego actúa. Piensa si tiene posibilidades, si le conviene estar con él, si le va hacer daño, si le gustará estar con ella...luego piensa si actúa o no, lo que significa que la mayoría de las veces, Sofía decide no arriesgarse y evitar que le hagan daño.

Con lo difícil que es arriesgarse en el amor y lo bonito que resulta algunas veces...

Cantando bajo la Lluvia de París

-El alma es libre-dice Claudia mientras cierra su paraguas.

-¿Qué haces?-le preguntó él sorprendido.

-No lo sé...pero la lluvía se ve fea debajo de tu paraguas negro... Quiero verla mejor.

I'm singing in the rain... just singing in the rain...

París se ve más bonita si la sientes que si la miras...

viernes, 18 de diciembre de 2009

Las Sábanas de Lolita

Lolita se tumbó en su camba buscando el olor de su amante, hacía apenas cinco minutos que se había marchado de sus cálidos abrazos y ya lo echaba de menos.

Aún conservaba su desnudez y la últilizó para recordar las caricias, los besos, las palabras, los suspiros... cuando revivía el roce de sus manos en su cintura su piel se erizaba, el estómago se le encogía y los suspiros se le escapaban por sus rojos labios.

Se envolvió con las sábanas de seda y se durmió pensando en lo feliz que había sido durante unas horas, pensando en lo feliz que sería a la noche siguiente y la siguiente y la siguiente... hasta que su cuerpo se cansara de ser feliz...

Pero era imposible cansarse de él, de su cuerpo y de su pasión, de su hermosa energía...

T E D E S E O ....

Deshojando margaritas de color rojo pasión...


"me Quiere...no me Quiere...me Quiere...no me Quiere...me Quiere...no me Quiere..."

Fabi había perdido la cuenta de todas las margaritas que ya había deshojado, pero le daba igual el resultado que le diese y no importaba que el último pétalo dijiera que no... ella seguiría intentándolo.

La mayoría de las margaritas le dijeron que no, pero la enamorada Fabi entonces olvidaba esa margarita de color rojo pasión y cogía otra con la nueva esperanza de que aquella margarita le dijiese que sí...

La gracia del amor es intentarlo hasta que encuentres la margarita de color rojo pasión que está destinada a ti...pero para encontrarla primero tienes que deshojar muchas otras...como hace Fabi.

Pero es que es así de simple... T E Q U I E R O

Déjame decirte que no es cierto todo lo que dicen sobre el amor... es más que bonito, más que maravilloso...el amor que siento por ti es más grande que todo eso... lo siento pero es indescriptible, cariño.

Es la sensación esa de sentir calores cuando te veo con la sudadera medio abierta, dejando ver parte del cuello. Esa ternura que me inspiras cuando arrujas la nariz al reirte. La forma en que me miras cuando sabes que estoy triste. El movimiento de tus labios sobre los mios. Es esa manera que tienes de acariciarme cuando estamos solos. El hormigueo que me entra en el vientre cuando te veo morderte el labio antes de besarme. Los sudores que me produces...

Es la sensación plena que siento al recordar todas esas cosas...porque mi vida...

....es así de simple T E Q U I E R O...

El corazón de Carolina


A Carolina no le gusta que jueguen con ella, el hecho de que esté enamorada no cambia las cosas, por mucho que lo ame no va a permitir que la traten como a una muñeca de trapo.

A ella no le gusta que traten mal a su corazón, si...ese que está escondido en la cajita del final del cajón, si cariño... ese que está castigado sin poder amar... Lo que pasa es que cuando Carolina le deja amar siempre acaba llorando, por lo que está castigado indefinidamente.

...pero que esté castigado ahora no significa que no le importe...

Entonces la Carolina coge a su corazón encogido y triste, lo guarda dentro de una cajita de terciopelo y lo esconde en el fondo más alejado de su alma con la esperanza de que nadie lo encuentre, solo le queda llorar por él y esperar a que el dolor pase solo.

Pero siempre acaba pasando el dolor....siempre....

jueves, 17 de diciembre de 2009

Rechazada


Loca, sensata, buena, mala, orgullosa, divertida, triste, llorona, sensible, zorra o santa.

Carolina quería ser muchas cosas y a la vez no quería ser ninguna de ellas. Quería ser diferente y no sabía por qué no lo conseguía, quería llamar la atención y pasaba desapercibida, quería ser ella misma y salía perdiendo, era otra y ganaba lo que no quería perdiendo lo que amaba.

Se sentía rechazada por todos y amada por la conveniencia, se sentía triste pues nunca había sido ella misma y siempre otra, ahora Carolina veía como lo que en verdad era bueno se ha marchado y se ha quedado sola con lo malo.

¿Y si hubiera sido ella misma siempre? ¿Y si se hubiera sentido agusto consigo misma? ¿Tan difícil es quererse? Si

... pero las respuestas ya llegan tarde para Carolina...

Primera Página

Cuando abres una libreta por primera vez sientes un repentino impulso de escribir, dibujar o imaginar entre sus desnudas páginas... El olor a nuevo te inspira a crear... tu necesidad a escribir propulsa a tus ideas que se agolpan en tu cabeza y necesitan salir a través de tu mano.
Déjalas salir y escribe, viaja a lugares que solo tú conoces, escribe todo lo que sientes o sentiste con viejos amores...
...pero mientras ordenas tus ideas, lee las historias que una libreta verde recién abierta te ofrece...